
Del 'casting' al éxito
Antonio Banderas lleva a Barcelona A Chorus Line, un montaje sobre un grupo de aspirantes a protagonizar un musical de Broadway.
Los talent shows llenan hoy las parrillas de los canales de televisión y nos hemos acostumbrado a ver las alegrías, las penas y las lágrimas de jóvenes y no tan jóvenes que con sus habilidades artísticas quieren convencer a un jurado para ir pasando pantallas y llegar a una final que les puede abrir la puerta de la fama, o al menos a la posibilidad de ganarse la vida haciendo lo que les gusta. Pero en 1975, cuando se estrenó en Broadway A Chorus Line, el tema de los aspirantes a artista no era tan visible a ojos de los espectadores. El musical, con libreto de James Kirkwood y Nicholas Dante, música de Marvin Hamlisch y concepción, dirección y coreografías de Michael Bennett, sitúa al público en una audición para una nueva producción musical, con 17 candidatos que se disputan las plazas interpretativas. En el momento de escoger el coro, formado por cuatro chicos y cuatro chicas, el director les pide que se presenten y hablen un poco de ellos. Pese a las reticencias iniciales, los jóvenes se abren a hacerlo y van desgranando sus sueños y secretos a través de las canciones.
Se trata de un musical de gran formato que llega a Barcelona de la mano del actor Antonio Banderas, quien ha asumido la producción junto a Teatro del Soho CaixaBank y John Breglio. Se podrá ver en el Teatre Tívoli con estreno el día de Sant Jordi, el 23 de abril, y hasta el 29 de mayo. El reparto lo encabezan Manuel Bandera y Pep Guillem, y los acompañan hasta 25 actores y actrices que también son bailarines, ya que en A Chorus Line la danza tiene un gran peso. Así como la música en directo, con una orquesta dirigida por Pau Baiges.
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