Nació en el año 1929 y cerró sus puertas en el 2015, convertido en uno de los escaparates más codiciados y vistos de todo el paseo de Gràcia y de toda la ciudad. Os hablamos de Vinçon. Objetos cotidianos, diseñados y diferentes, llenaban un comercio del cual fue alma Fernando Amat. Él dio la idea para una muestra que pone en relación la función que realizó aquel comercio singular y la que hoy, posiblemente, cumpla una gran cadena sueca de productos para el hogar. ¿Qué tendrán que ver Vinçon e Ikea? Pues, posiblemente, que ambas pusieron el diseño al alcance de todo el mundo. Ven a verlo al DHub del 17 de octubre al 23 de febrero.

Se encarga de explicarnos este proceso el comisario Juli Capella. Él ha imaginado un juego de espejos entre los productos de unos establecimientos que, sí, cada uno en su momento, contribuyeron y mucho a la democratización del diseño.

Fernando y Sergi Amat se han hecho cargo de elegir un centenar de objetos de entre los estantes y expositores de la cadena sueca. Así, se ponen en relación productos de ambas tiendas, cada uno en un contexto y con unos valores y una escala propios.

Todo, para hacer evidente en una gran muestra cuál es el significado que tiene hoy en día el diseño y de qué manera esta disciplina está presente en nuestra vida diaria.

Además de Fernando y Sergi Amat y del arquitecto Juli Capella, en la exposición encontrarás también las opiniones y puntos de vista de una serie de profesionales del diseño que te ayudan a entender con sus reflexiones qué implica la presencia del diseño y qué grado de bienestar aporta a nuestra cotidianidad. Por el camino, te hablarán sobre la forma en qué han evolucionado en los últimos años conceptos como la sostenibilidad y la funcionalidad. 

Además, sin embargo, la exposición “100 objetos de IKEA que nos hubiera gustado tener en VINÇON” cuenta dos historias de éxito a cargo de dos emprendedores que siguieron caminos diferentes en momentos diversos, pero que servían a una misma finalidad: la de hacer que el diseño dejara de ser elitista y ponerlo en manos de la ciudadanía.

Paralelamente, la muestra es una posibilidad de comparar un diseño que hunde sus raíces en la tradición escandinava con otro que tiene una procedencia claramente mediterránea. De hecho, el comercio barcelonés tuvo varias tiendas subsidiarias e incluso abrió puertas en Madrid. ¿Y si se hubieran invertido los papeles y, finalmente, Ikea hubiera sido una tienda del paseo de Gràcia y Vinçon, una cadena de alcance mundial? 

Pensará en ello viendo una muestra que te dejará claro que, más allá de consideraciones estéticas (que también son importantes), el diseño transforma la vida de las personas, de ahí la importancia que llegue a todas partes.

La muestra se complementa con un taller creativo y de investigación en el cual participarán entidades sociales de la ciudad. Es Reviu, una iniciativa que invita a imaginar como debería ser un piso para dar respuesta a todas las necesidades básicas de un barcelonés. Un piso fabricado, eso sí, con materiales en desuso.

Si no quieres perderte la exposición “100 objetos de IKEA que nos hubiera gustado tener en VINÇON”, ven al DHub, pero antes consulta en la web la información sobre la muestra.