
El dúo artístico italiano Delta N.A. presenta su universo creativo único. Trabajando como una pareja simbiótica, los dos artistas fusionan sus visiones en el lienzo, construyendo composiciones fantasmagóricas. Su método es intuitivo, comienzan sin bocetos, planos o conceptos predefinidos, permitiendo que el color dicte la forma. Las formas surgen orgánicamente, cambiando y evolucionando como guiadas por una fuerza invisible. Sus obras muestran una realidad onírica, donde capas de pigmentos se entrelazan, revelando paisajes ilusorios que resultan familiares y de otro mundo. A medida que las capas se construyen unas sobre otras, sus composiciones ganan profundidad, misterio y complejidad, de forma muy parecida al intrincado proceso del pensamiento y la memoria humanos. La superficie pintada aparece como capas de seda, translúcida pero rica en detalles, donde figuras y objetos se entrelazan, formando una sinfonía visual etérea. A pesar de su complejidad, las pinturas de Delta N.A. nunca resultan caóticas. Más bien, evocan una sensación de equilibrio armonioso. Sus obras se asemejan a velos teatrales en capas, muy parecidos a las mallas semitransparentes, donde múltiples imágenes coexisten y cambian según la perspectiva del espectador. El título “Ruta de la Seda” sirve como una doble metáfora: tanto para la técnica que emplea Delta N.A. como para las complejas relaciones que existen entre las culturas, la naturaleza y la psique humana. Sus obras, como la propia antigua ruta comercial, vinculan Oriente y Occidente, lo urbano y lo orgánico, la humanidad y el mundo animal. El proceso de Delta N.A. está profundamente arraigado en el inconsciente colectivo. Su arte existe en el ámbito entre el surrealismo y la abstracción, disolviendo los límites entre la realidad y el sueño. A través de la interacción de color, forma y metáfora, crean un paisaje emocional en lugar de uno literal. El significado de cada pintura nunca se impone: debe ser descubierto, decodificado e interpretado por cada observador, haciendo del acto de ver una experiencia íntima y personal. Su trabajo se siente como un escenario preparado para una actuación invisible, una narrativa en movimiento, esperando a que alguien intervenga y complete la historia. Te invitamos a entrar en estas pinturas. Piérdete en ellos. Léelos como un guion.